Ejemplos de licitaciones con BIM: ¿solo infografías 3D o algo más?

por | Última actualización el 20 Mar 2020 a las 4:49PM | Publicado el 27 Feb 2017 | Opinión, Profesión, Programas, Técnicas | 3 Comentarios

Del BIM a estas alturas ya está todo dicho y escrito. No podemos entender cómo a comienzos de 2017 seguimos leyendo y escuchando falsas afirmaciones, opiniones poco profesionales y perlas digitales más propias de divas-gurú que de técnicos con los pies en la tierra. Por eso hemos decidido dar unas pinceladas sobre lo que actualmente estamos observando desde el punto de vista del proyectista y desde el punto de vista del licitador.

Aunque nos dé una cierta pereza, intentaremos hablar de todos los agentes posibles, pero centrándonos especialmente en este último. El tema de este texto son las licitaciones con BIM y por ello en nuestro blog no podía faltar tocar este demonio, aunque sea de manera sutil y práctica: justo lo contrario a lo que solemos ver por la red: paja, paja, titulitis y más paja.

No caeremos en la tentación de lo fácil: …explicar para qué sirve el BIM, cómo funciona, pros y contras, qué programas se utilizan, los “supuestos” datos de ahorro de gestión, etc. Simplemente iremos hasta el final, es decir, a la fase crítica en la que poder analizar una serie de puntos o ejemplos del proceso de construcción de un edificio para ver si realmente la eficiencia y el ahorro es tal y como nos lo venden.

CAD y BIM

«Auténtica revolución tecnológica», «una realidad entre nosotros”, “estructuras anteriormente impensables”, “ahorro de miles de millones” (por cierto, ¿para quién?), “facilidad y mejoras en el diseño y la producción” y otros eslóganes son los que todavía en 2017 inundan páginas web y blogs de todo tipo y temática.

En el año 2002 ya teníamos nuestra primera licencia no gratuita de estudiantes de ArchiCAD que, al fin y al cabo, fue el primer programa proto BIM que permitía dibujar en un pseudoentorno 3D de planos acotados -y no con demasiada libertad que digamos- y ventanas para introducir metainformación en los elementos.

También probamos Allplan por influencias de un compañero que trabajaba en un estudio alemán, pero se nos antojaba más de lo mismo: una poderosa herramienta de delineación y medición que no casaba bien con las asignaturas de construcción, proyectos y dibujo, en las cuales se nos exigían los dibujos a lápiz por decenas. Aquel embite con los BIM de por aquel entonces fue sólo para practicar y para satisfacer la curiosidad, porque no era ni de lejos compatible con ninguna de las actividades que nos tocaba realizar, ni dentro ni fuera de la escuela.

Que hoy siga habiendo en oferta el término “arquitectos BIM” o supergurús que ofrecen convertir tu empresa o tus proyectos a formatos BIM es como si al finalizar 2005 hubiese técnicos en ingeniería o arquitectura con metas laborales que incluyese en su currículo “Nivel de AutoCAD: medio”.

A los que nos gustan las matemáticas se nos antoja este punto evolutivo -porque no es más que eso- muy similar al de los tensores que nos enseñaban a hacer en el cálculo matricial con materiales no isótropos. Fácil de comprender pero muy farragoso a la hora de operar, salvo que el esfuerzo de manejar grandes cantidades de datos merezca la pena por otras cuestiones menos matemáticas.

No parece, por tanto, muy práctico usar el cálculo total para hacer la renta, un responsive o un descompuesto, de la misma manera que no arrancas Revit para dibujar un sencillo detalle constructivo que necesita tener el carpintero en su móvil antes de las 8:00 de mañana. De la misma manera que no consideramos rentable en tiempo y resultados el usar un programa BIM para modelar en 3D y elaborar infografías de calidad.

Formación, cursos, certificaciones, másters BIM

Entre uno y dos meses de tiempo es lo que en la actualidad -enero de 2017- puede llevar a una persona con conocimientos suficientes de construcción e informática alcanzar un nivel muy aceptable de cualquiera de los programas del estándar BIM. Pondremos el ejemplo del Revit ya que una gran mayoría utiliza o ha utilizado AutoCAD y los puentes entre uno y otro siempre ayudan algo. Dos meses como mucho, muchas ganas y un poco de tozudez son una inversión suficiente.

Y, por supuesto, esa palabra que tanto nos gusta a todos: gratis, cero, nada. Alucinamos cómo puede haber curos como el BIM Project Model Designer Master o el Global Online Networking Management Certification Program (señor) por… 6.900€. Chaaachi.

Tenemos alma de autodidactas -eso es una gran verdad- y estas super academias universitarias (o no) sacarían poco beneficio de nosotros, pero es que hay otra gran verdad: la formación online es hoy una herramienta que, si se acompaña de tesón, fuerza de voluntad, café cargado y un poco de orientación, puede llegar a ser poderosa y suplir muchas barreras que otros nos quieren hacer creer que sólo caen a golpe de tarjeta de crédito.

Programas BIM para licitaciones de obras

No ha habido en el último lustro ni hay en la actualidad mucha oferta en la que elegir. Mandan los formatos de intercambio, la compatibilidad entre módulos y la existencia de galerías colaborativas mucho más que el nombre y la marca. Damos una pincelada rápida de la oferta existente de la que tenemos conocimiento, es decir, de los programas que hemos utilizado en algún momento.

Revit

De la misma manera que Autocad con el tiempo se impuso como el standard de dibujo por encima de Microstation, Briscad o Allycad, Revit toma el relevo sin importar el potencial de los formatos abiertos de exportación que no le hacen mella. Es el programa que nosotros usamos desde siempre y que no parece que vayamos a sustituir. http://www.autodesk.es/products/revit-family/overview Potente, completo y muy parecido en su interfaz y su modo de uso clásico a AutoCAD, para nosotros es el mejor programa.

ArchiCAD

Única solución en el pasado para los usuarios de Mac y uno de los primeros de su clase. No solamente supo adelantarse en el pasado sino que en el momento presente sigue teniendo una de las interfaces más intuitivas y una de las curvas de aprendizaje más amable. Es el único programa que -a igualdad de condiciones- puede hacer frente a Revit y mantenerse en el mercado a largo plazo. http://www.graphisoft.com/archicad/ Seguirá siendo la segunda opción, también muy útil para importación y exportación de archivos, así como por la compatibilidad de uso con otros equipos.

ejemplos-licitaciones-bim-concursos-infografias-3d-software

Allplan

Un software cuya elección siempre ha venido ligada a la relación con el trabajo en Alemania pero con poco uso en el mundo anglosajón o el resto de Europa. Con un sistema de gestión de archivos más pesado y complejo que los dos anteriores, cualquier intento de aprendizaje siempre resulta (un poco solamente) más complejo aunque en redes de trabajo sí se podría aprovechar en mayor grado. https://www.allplan.com/es.html Nos parece un software que hay que conocer y experimentar pero que no utilizaremos (más allá de la curiosidad y el frikismo) por sus condicionantes en el caso concreto de nuestra actividad.

AECOsim

También con un pasado anterior a Revit, hemos querido incluirlo como una cuarta alternativa más allá de los tres más conocidos y utilizados en Europa. Se podría decir que es una especie de extensión paramétrica de Microstation aunque claramente orientada a la ingeniería y a la construcción de grandes equipamientos. La capacidad de diseño queda mermada en favor de posibilidades de adapatación de proyectos, verificaciones, cálculos, etc. https://www.bentley.com/es/products/brands/aecosim

Tekla

El software de https://www.tekla.com/ siempre nos ha parecido interesantísimo por su orientación estructural. No pensábamos incluirlo en en el listado anterior por ser muy específico de ingeniería civil e ingeniería industrial y quedarse algo relegado como aplicación para construcción y arquitectura, pero finalmente sí lo mencionamos como quinta posibilidad BIM. Pertenece al grupo de programas de Trimble entre los que está el todopoderoso SketchUp.

El BIM en la documentación técnica para licitaciones

Éste es el punto clave de nuestro artículo. Partimos de un gran desacuerdo con respecto a las opiniones vertidas en internet acerca del paso del CAD clásico al BIM. No compartimos la afirmación de que el comienzo del trabajo paramétrico -y en gran medida mecánico- se adelante en la fase de proyecto. El BIM no es para idear como tampoco lo es ni lo fue el dibujo asistido; de hecho, tiene una gran dependencia de éste si se quiere mantener un cierto grado de precisión al pasar de plantas, niveles y visuales.

Ahora bien, en la fase de licitación todo esto es muy diferente y no sirve lo que los diagramas de flujo de trabajo expresan. La fase de licitación de la obra se incrusta entre la de redacción del proyecto y la de la obra o gestión de la misma; poco importa si la utilización del BIM para la elaboración del proyecto de ejecución ha sido desde el comienzo o si solamente se ha utilizado para la delineación, si ha habido apoyo de CAD o si el modelo se ha desarrollado directamente en paramétrico.

Los dos siguientes esquemas de flujo de trabajo son archiconocidos. En el primero se muestran dos curvas en las que la roja representa una clara disminución del uso del BIM en el proceso de trabajo, muy alto en la fase inicial de ideación y escaso en la de obra. La curva negra representa una clara hegemonía del CAD clásico en la fase intermedia de redacción del proyecto de ejecición. La conclusión es rotunda: la curva negra es plausible; la roja de ninguna manera.

Licencia Creative Commons
Todas las imágenes contenidas en el artículo titulado ‘Ejemplos de licitaciones con BIM: ¿solo infografías 3D o algo más?’ y las fotos actuales del artículo con el mismo nombre son contenido original. De las fotografías antiguas se ha citado la fuente en la medida de lo posible. Aquellas fueron publicadas por primera vez en sobredos.com y se encuentran bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

Esa cantidad de trabajo directamente en paramétrico justo en la fase de ideación está muy lejos de la realidad, más aún si hablamos de arquitectura, de rehabilitación y, obviamente, de España. Fuera del campo de las reformas franquiciadas, las no muy abundantes megapromociones y los grandes equipamientos, el inicio de esa curva roja debería ser mucho más lento y mucho menos optimista.

En el segundo esquema, además de representar el aumento que significaría -hablando con cierta nostalgia- el rechazo del BIM y la vuelta al dibujo de siempre, podríamos situar perfectamente la fase de licitación como en el caso anterior: entre el proyecto y la obra. En este punto observamos cómo la diferencia entre el uso de ambos tipos de trabajo es muy elevada.

En este segundo esquema -que incluye el primero- sí nos creemos, sin embargo, que el triángulo bajo la línea roja en la fase de obra sea así de pequeño. Lo que no nos parece proporcional es el intencionado desplazamiento hacia la derecha de la campana del flujo de trabajo en CAD 2D y 3D; en nuestra opinión debería cubrir algo más la fase de proyecto y su integral ser menor en el último tramo. Pero todo esto no son más que teorías y simulaciones mentales de una experiencia aún en crecimiento.

En este punto deberíamos hacer un corte al diagrama e introducir una separación entre las dos partes resultantes que representaría el tiempo necesario para la revisión del proyecto de ejecución, el proceso de licitación, las aperturas públicas de sobres y plicas, las justificaciones de bajas temerarias y los trámites previos al comienzo de las obras.

La realidad del uso del BIM en las licitaciones públicas

Lo verdaderamente curioso y digno de mención es cómo se utilizan los documentos aportados por los organismos correspondientes al inicio de un concurso de licitación, es decir, en la más importante de las subfases anteriormente mencionadas. Por un lado tenemos los objetivos y el calendario que desde el portal esbim.es nos propone el Ministerio de Fomento: ponencias, «decálogo», proceso de implantación, hoja de ruta, etc., aparentemente muy sugerente -sólo eso: sugerente- cuando uno de los principales campos de aplicación son precisamente las licitaciones públicas.

En primer lugar aparece un uso recomendado del BIM en el proceso de licitación -entendemos que incluye la fase de proyecto fundamentalmente- el cual se abre hacia dos metas más concretas: el uso obligatorio del BIM en licitaciones públicas de edificación y algo después el uso obligatorio del BIM en licitaciones públicas de infraestructuras.

Sin embargo, en 2017 continuamos estancados manteniéndonos bastante alejados de esa realidad a la que supuestamente queremos acceder. En una gran cantidad de los proyectos que estudiamos existe un tufo de anacronismo técnico de quien se resiste a hacer las cosas «al estilo de toda la vida», aunque directamente no asociamos esta actitud con menor calidad proyectual. Uso del espacio modelo de AutoCAD para imprimir, esquemas a mano insertados, impresión en pdf plano o sin capas, generación de colecciones de planos por separado sin relación alguna o uso de archivos sin compatibilidad como .PrestoObra.

Con unos organismos públicos que no exijan ir progresivamente modificando requisitos como los anteriores nos veremos ante un choque muy violento, como aquel que sufrió aquella generación de arquitectos que no detectó a tiempo la importancia del aprendizaje y el uso del CAD. Veamos tres casos de lo que está sucediendo en la actualidad, concretamente a lo largo del año 2016. Tres casos para que quienes sostengas que la implementación del BIM en las licitaciones de obra está siendo coser y cantar puedan reflexionar:

Caso 1: el de la documentación escaneada

En ocasiones estamos recibiendo planos y pliegos de algunos organismos que no son son sino un pdf originado a partir de imágenes generadas por escaneados de fotocopias en papel. Así de duro, así de esperpéntico. Planos ligeramente deformados, ausencia de colores en códigos y tramas, alteración de grosores, manchas, ruido y un largo etcétera.

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La captura anterior es un claro ejemplo de uno de los planos de la documentación técnica original aportada por Obras de Madrid. Solamente este plano DIN A1 ocupa 14 Mb. y pertenece a una carpeta con más de 30 archivos que, en este caso, se entregaron en formato .tiff. A estos les acompañan varios archivos como memorias, pliegos, anexos o informes en formatos .pdf y .doc.

No es necesario explicar lo incómodo y frragoso que es leer y estudiar proyectos de ejecución en estos formatos. Lo más sensato es convertirlos antes a un archivo pdf reducido, que es precisamente desandar un camino que otros antes ni siquiera han intentado recorrer.

Caso 2: el del rechazo a aportar archivos nativos

A la hora de valorar la documentación técnica de una licitación la presentación, los esquemas, el grafismo, los planos de implantacion, de aproximación y, en definitiva, todo el desarrollo gráfico de las fases de obra se traduce en un peso importante. La mayoría de los técnicos y organismos valoran de manera muy positiva el esfuerzo que hay detrás de unos diagramas bien planteados, un modelado 3D atractivo de la obra o unas infografías que ayuden a la lectura y enriquezcan la argumentación.

Si esto es cierto, ¿cómo es que en el 95% de los casos estos mismos organismos se niegan a proporcionar los archivos nativos de los proyectos de ejecución? La negativa suele venir siempre de la misma situación:

  1. el organismo en cuestión proporciona archivos para descargar.
  2. se solicita públicamente el acceso a archivos editables.
  3. se responde públicamente que a todos los licitadores se les proporcionará la misma información.

La excusa de la (supuesta) igualdad de oportunidades y la (también supuesta) negativa a un trato de favor esconden en muchas ocasiones el hecho de reconocer que hacer públicos los archivos nativos es una buena manera de facilitar el trabajo a quien verdaderamente quiere trabajar. Son muchas las ocasiones en las que hemos tenido que volver a restituir gráficamente plantas, alzados y planos de entorno que ya existen para poder continuar con nuestro tabajo.

Caso 3: el de los pdf bloqueados

Este caso tiene un poco del anterior pero con una buena dosis de humor negro. Nos encontramos con un conjunto de planos y anexos gráficos en formato .pdf, bien paginados, con una calidad de impresión aceptable y con las capas separadas, pero -oh, joder- bloqueados por contraseña. En este caso, más que la dificultad, lo que nos enerva es el gesto.

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PREGUNTA: Les agradeceríamos nos remitiesen los planos del proyecto en formato editable.

RESPUESTA: En caso de haberse considerado necesario incluir dicha información en formato editable se hubiese colgado inicialmente en la Plataforma a disposición de todos los interesados.

Sirvan las dos capturas anteriores -ambas provienen de un reciente concurso de licitación por parte de la Junta de Andalucía de finales de año- para ilustrar el caso. Existen unos planos bien dibujados sobre los que se puede seguir trabajando pero estos se encriptan previamente para que no se puedan editar, exportar o incluso imprimir. Si el bloqueo se ha realizado desde el estudio de arquitectura que ha redactado el proyecto de ejecución, ¿por qué la administración correspondiente permite tal cosa tras el abono de honorarios? Si es el propio organismo el que los ha encriptado ¿qué persiguen con ello salvo entorpecer el trbajo de los licitadores.

Los tres casos podrían ser el mismo; todos ellos son desgraciadamente bastante habituales. Solamente queda reflexionar acerca de lo cerca que están estas actitudes con una implementación de las licitaciones BIM de las que tanto gusta hablar. ¿Llegará el día en que, con un proyecto de ejecución completo en formatos .ifc o .bfc, el organismo de turno imprima y suba planos en .pdf para su descarga al comienzo de una licitación? Puede que sigan optando por imprimir y escanear a .tiff. Ahí lo dejamos.

BIM para infografías 3D

completar
Un ejemplo conocido que se lleva aplicando desde hace algún tiempo: Live BIM (lo podían haber llamado de cualquier otra manera) que conectar una red de sondas como pueden ser inclinómetros, fisurómetros o medidores de vibración en una estructura cuyas lecturas modifican y actualizan en tiempo real y cada pocos segundos un modelo BIM de esos sencillos y tontorrones. De este modo se puede monitorizar lo que le sucede a un elemento de dicha estructura o edificio con el fin de obtener datos estadísticos de desgaste, esfuerzo o mal funcionamiento.

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3 Comentarios

  1. Blas

    Hola. Estoy realizando mi tesis sobre la participación ciudadana en las licitaciones públicas y quería preguntaros si desde vuestra experiencia creéis que el uso de imágenes, collages e infografías tiene repercusión en estos procesos. Estaría interesado en poder realizaros una serie de preguntas, exclusivamente para mi investigación; por ello os he escrito un email con mis datos personales. Gracias

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  2. David G

    Muy interesante

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  3. licitaciones madrid

    A mí todavía no me queda muy claro de qué va. Me cuesta entenderlo al 100%. Soy torpe.

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