La fachada del Obradoiro – Catedral de Santiago de Compostela

Nos ha pillado el comienzo de este concurso fuera de Madrid, completamente concentrados en otros asuntos y sin haber tenido ninguna noticia previa de que podría iniciarse esta licitación en la que, desde ya, nos ponemos a trabajar. Va a ser éste, por tanto, un texto enfocado a la restauración de la fachada del Obradoiro, la que podría denominarse como la última fase de obras de restauración de este frente occidental que la catedral compostelana vuelca hacia la Plaza del Obradoiro. Sin embargo no será la última fase de su restauración integral, como veremos al final del mismo.

Ésta es una de esas ocasiones en las que una carambola de la historia nos permite asomar el ojo, la cámara y la libreta a lugares inaccesibles y recónditos de una de las obras más interesantes y bellas del barroco español. Vamos a intentar contar algunas cosas de interés en el poco tiempo que tendremos de aquí en adelante: desde un análisis histórico hasta una visión de conjunto del proyecto de restauración.

Esta obra de restauración de la fachada en realidad es la intervención sobre su zona central. Quedan fuera de la actuación -puesto que actualmente ya están siendo restauradas- la parte románica de las torres de la Carraca y las Campanas, así como algunas zonas y huecos de la entrada del denominado estánfix de la fachada de la Catedral.

Afirmamos tal cosa porque esta restauración es tan sólo el siguiente episodio de este gran teatro de operaciones de conservación del monumento. La limpieza y restauración del cierre de la fachada occidental no es ni mucho menos la última obra de gran calado que la Catedral de Santiago de Compostela verá a lo largo de estos años.

Sin embargo, esta importantísima intervención en la fachada del Obradoiro sí hará que concluya un ciclo. Un conjunto bien orquestado que comenzó en 2013 (con la restauración de las dos torres principales) y que, cuando finalice esta actuación que hoy estudiamos -a mediados de 2018 aproximadamente-, liberará de andamios, vallas y lonas todo el esplendor románico y barroco de una fachada, o mejor dicho, de un conjunto artístico y arquitectónico único en el mundo que hemos tenido la suerte de estudiar en profundidad.

Las obras de restauración de la fachada del Obradoiro

El organismo que promueve y licita esta obra de restauración es la Fundación Catedral de Santiago, para la cual ha recurrido al convenio de colaboración existente con la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia y el Cabildo Catedralicio de Santiago.

La denominación oficial y exacta de este contrato de licitación es Obras de Restauración en la fachada, cripta y terraza del Obradoiro de la Catedral de Santiago de Compostela y tiene un presupuesto de contrata de 1.285.513,14 euros, 1.555.470,90 euros con IVA. Estos trabajos tendrán una duración de 16 meses y no solamente se limitarán a actuar en el plano escultórico central de la fachada. También abarcan los espacios interiores de la cripta románica que hoy alberga el CRV (Centro de Recepción de Visitantes), la terraza superior a la que se accede por la escalera monumental de la Plaza del Obradoiro y algunos espacios de conexión a la cota de las naves y a la altura de la tribuna.

Al igual que en las anteriores obras de restauración de las torres, la tribuna, el cimborrio o los espacios en el entorno del Pórtico de la Gloria, el arquitecto que ha redactado este Proyecto de Ejecución y que dirigirá la consiguiente intervención es Francisco Javier Alonso de la Peña. Él ha sido el director y jefe del equipo redactor del Plan Director de la Catedral de Santiago.

El proceso de esta licitación comenzó el pasado día 26 de agosto de 2016 con la publicación del anuncio en el DOG Diario Oficial de Galicia. Poco tiempo después apareció la publicación del Pliego de condiciones económico-administrativas de la Fundación Catedral de Santiago en su página web.

Algunas fuentes bibliográficas consultadas

A día de hoy -en medio del proceso de producción y a pleno rendimiento- podemos decir que está siendo sorprendente la influencia que está teniendo el análisis histórico local de esta fachada occidental de la Catedral. A la sed de conocimiento se suma la ausencia de una memoria histórica en la documentación incluida en el propio Proyecto de Ejecución, además del enorme interés que tiene estudiar y trabajar sobre este edificio.

No podemos pasar de largo sin mencionar tres documentos que nos están siendo de enorme utilidad. El primero de ellos es, como no podía ser de otra manera, el propio Proyecto de Ejecución, en el cual reside toda la información necesaria acerca de esta obra de restauración. Se trata de un documento íntegro, completo y digno de la zona del monumento sobre la que centra su propuesta. En este caso, y por una serie de razones de confidencialidad que rodean a este concurso, no podemos proporcionar un enlace público del mismo.

La segunda fuente ha sido un catálogo editado a partir de una exposición de hace casi veinte años: “Restaurando a Catedral – conservar, restituir, construir” que recoge fotografías y notas sobre algunos de los trabajos e intervenciones realizadas entre 1990 y 1998 en la Catedral de Santiago de Compostela.

El tercer documento sí está siendo determinante; se trata del libro titulado “La fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago” del profesor Alfredo Vigo Trasancos. Lo conseguimos encontrar tras muchas horas de google y un golpe de suerte, y lo acabamos recogiendo en mano en una conocida bodeguita madrileña. No solamente pudimos conocer a un auténtico coleccionista de libros antiguos, sino que acabamos tomándonos unos vermús con él y preguntándonos con rabia por qué Amazon sí y esto no.

Otros textos históricos que hemos consultado -de enorme relevancia también- son: la tesis doctoral de Mª Belén Castro Fernández sobre la obra de Francisco Pons Sorolla publicada por la USC Univesidad de Santiago de Compostela, la monografía de Manuel Chamoso Lamas titulada “La fachada del Obradoiro de la Catedral de Santiago de Compostela” del año 1936 y una breve reseña en una revista de 1991 de J.A. Puente Míguez titulada “La fachada exterior del Pórtico de la Gloria y el problema de sus accesos” entre otros.

Breve historia de la fachada del Obradoiro

Consideramos que esta restauración del cierre occidental completo de la Catedral, es decir, del cuerpo central que cierra las naves el nártex y la tribuna, y que se adelanta por delante de las torres medievales es una de esas obras que se dan una sola vez en el transcurso de varias generaciones. La historia de los pies de la catedral es la historia de su traza, de su construcción y también de la historia de una de los enclaves urbanos más emblemáticos de la ciudad de Santiago.

Por eso vamos a hacer un breve listado comentado con los momentos y etapas más determinantes de la construcción precisamente de esta zona de la Catedral -no olvidándonos de la terraza y la cripta enterrada- y dejando los análisis históricos de la totalidad del monumento para otros escenarios.

s.IX: El rey Alfonso II ordenó levantar la primera capilla cuyos vestigios se concentran en la zona de la cripta altomedieval bajo el Altar Mayor. Monarcas del Reino de Asturias mantuvieron las obras de dicha capilla y de una iglesia posterior de la apenas se conocen detalles.

899: A partir de la expansión de las peregrinaciones, esta primera iglesia fue sustituida por otra prerrománica de mayores dimensiones promovida por el rey astur Alfonso III, con tres naves y una gran cabecera. Parte de los ornamentos encontrados en las excavaciones pudieron ser expoliados de construcciones romanas (capiteles, columnas, mosaicos, etc.) y traídos a Santiago a partir de las campañas bélicas contra Al Andalus.

1075: Comienzan los trabajos de construcción de la catedral románica que conocemos, fechados a partir de la inscripción existente en la capilla del Salvador y siendo obispo y principal patrocinador de las obras D. Diego Peláez. Los primeros maestros constructores o arquitectos del templo fueron Bernardo el Viejo y su ayudante Roberto.

1105: Se concluye la girola en la que se conservan tres de las cinco capillas románicas originales: la del Salvador -la más antigua-, la de San Juan y la de San Pedro, bajo la dirección del maestro Esteban. El nuevo obispo D. Diego Gelmírez continúa los trabajos del crucero e inicia la que será la primera trilogía escultórica europea de una catedral que presenta iconografía en sus tres fachadas. La talla y ejecución de estas tres portadas son dirigidas por el conocido como Maestro de Platerías.

En las imágenes anteriores se puede ver la versión dibujada de John Connant de la planta de la catedral románica finalizada y, superpuestas sobre ella en color rojo, las trazas de la ermita primigenia y la cabecera de la prerrománica que la sustituyó, según la hipótesis de Manuel Castiñeiras publicada en arquivoltas.com. A la derecha hemos recuperado el conocido dibujo de Manuel Chamoso Lamas sobre las excavaciones bajo el suelo de la nave central y los límites de las mismas al topar con el arranque de los muros de lo que se cree que es la antigua catedral.

1162: Comienza a cerrarse la parte occidental de la catedral por orden del arzobispo D. Pedro Gudesteiz, el cual sustituye a Gelmírez tras su muerte en 1139. Continúa la construcción del claustro medieval iniciada en 1124.

1168: El rey Fernando II de León se hace cargo del patrocinio de la catedral y en ese año coloca al mando de los trabajos al maestro Mateo que aborda a partir de entonces dos décadas de trabajos. Comienza su labor en esta zona de la fachada occidental de la Catedral con la construcción de la cripta medieval, las bóvedas de los pies de las naves, la cimentación de la posterior fachada románica exterior, el pórtico interior (por aquella época aún no estaba planteado el pórtico externo como cierre del nártex), el conjunto escultórico de este pórtico que conocemos como de la Gloria y parte de los lienzos de cierre de la Catedral.

1188: Se colocan los dinteles del pórtico según la inscripción situada en uno de ellos cincidiendo con la que se cree la fecha de la muerte del maestro Mateo, el cual -como ya sabemos- no vio terminada su obra.

s.XIII: Con las naves de la catedral de Santiago de Compostela ya terminadas se acometieron trabajos importantísimos: se levantaron -sin que tengamos una fecha demasiado exacta- las torres románicas del Obradoiro a ambos lados de la fachada occidental en un intento de avanzar esta parte del templo en relación a los otros accesos norte y sur del transepto; se construyó el desaparecido cimborrio medieval o el coro románico, que tampoco ha llegado hasta nosotros; asimismo se completaron los conjuntos escultóricos de Platerías y Azabachería y se continuaron los trabajos de la parte alta de la fachada principal.

s.XIV: Ya en la recta final de la centuria se reconstruirá el cimborrio, se levantarán algunas torres de tipo defensivo como la desaparecida de San Miguel o la futura Berenguela. Aparecerán a lo largo de esta etapa numerosas capillas funerarias pero no habrá más trabajos significativos en el entorno de los pies de la catedral hasta bien entrado el siglo XVI.

1508-1520: Una década de gran actividad e importantes actuaciones en la fachada del Obradoiro. Se empieza sustituyendo el gran rosetón románico de la fachada occidental por una gran vidriera. Se decide también cerrar mediante hojas de madera encargadas al maestro Martín de Blas las “puertas mayores” y las “puertas menores” del pórtico interior y también unas puertas que cerraban los arcos del pórtico exterior, los cuales nacen de una nueva estructura pétrea con un gran parteluz central que ha llegado hasta nosotros con el nombre de estánfix (según López Ferreiro). En estos años se edifica también la capilla de Nuestra Señora del Portal, o del Obradoiro en el límite sur del mirador frente a la fachada.

1606: El arquitecto andaluz Ginés Martínez comienza a edificar la escalera monumental que conocemos en la actualidad y que -del mismo modo que la que se cree que ya existía de traza tardorrománica- conectaba la terraza a los pies de la fachada occidental de la Catedral con la por entonces llamada Plaza del Hospital. Ginés Martínez también levanta el primer estribo frente a la Torre de las Campanas (sur) con el fin de detener la inclinación que presentaba esta torre a causa de ser mayor que la norte y estar menos consolidada.

1608: Tras varias sustituciones se sustituyen las hojas de madera del pórtico occidental por unas nuevas de bronce.

1664: El nuevo arquitecto de la catedral Francisco González de Araújo construye el segundo estribo -también con traza renacentista, aunque de forma escalonada- sobre el anterior que no parecía haber resuelto el problema del desplome de la torre. De esta fecha es también el contrafuerte cilíndrico de remate que seguramente sea el origen del posterior templete barroco objeto de actuación en esta obra.

De estos años -alrededor de 1657- es el revelador y archiconocido dibujo del canónigo fabriquero de la catedral D. José de Vega y Verdugo. Se trata de uno de los escasos documentos gráficos del estado de la fachada tardorrománica con las torres desiguales, la terraza completa, el estribo de Francisco González de Araújo y lo más importante: la fachada occidental original que es tan importante conocer -pese a que ya no exista- de cara a la restauración de su reconstrucción y sustitución en época barroca. Acompañamos el primer dibujo de Vega y Verdugo con el que se cree algo posterior y que incluye su propia propuesta de reforma para dicha fachada.

1664-1672: En algún momento de los años anteriores y coincidiendo con la etapa de importantes reformas de Vega y Verdugo importantes (existen varias hipótesis sobre la autoría exacta de cada parte concreta, especialmente el remate superior) el nuevo maestro de obras de la Catedral José de la Peña de Toro comienza a levantar el nuevo cuerpo superior de la Torre de las Campanas sobre parte del basamento románico, para lo cual tuvo que desmontar al menos la parte alta de dicha torre.

1676: El arquitecto Domingo Antonio de Andrade comienza a edificar la Torre del Reloj y es posible que trabajara en la construcción del cuerpo de la Torre de las Campanas, del mismo modo que continuó la obra de Peña de Toro en el acceso a la Catedral desde la Plaza de la Quintana. En caso de ser cierta esta hipótesis, no es probable que actuase en la zona central de transición de la fachada del Obradoiro -que es en la que esta obra que analizamos se centra- sino en la zona del coronamiento de la torre.

En este punto debemos señalar que el profesor Alfredo Vigo Trasancos explica en el libro mencionado anteriormente los detalles y las diferencias de cuatro hipótesis acerca de la autoría de trazas y fases de las torres, cimborrio, fachada, etc. La primera sería la de Manuel Chamoso Lamas, la segunda la de Antonio Bonet Correa, la tercera la de José Manuel García Iglesias y la cuarta variante, la aportada por el propio Trasancos.

1729: Impacta en ese año un rayo en la Torre de las Campanas, dañando la cúpula de remate, que se repara o reconstruye posteriormente.

1738-1950: Se pone en marcha el proyecto de la nueva fachada del Obradoiro bajo traza de Fernando de Casas Novoa que dura hasta 1950, año en el que concluye esta obra cumbre del arquitecto compostelano y con la que por fin consigue dotarse a la fachada occidental de un cierre unificado y de composición global como nunca había tenido antes. Será en esta pieza arquitectónica y ornamental donde esta obra que hoy estudiamos centre la mayor parte de sus recursos. No obstante, no hay que olvidar que abarca también parte de la fachada oriental de la “peineta”, los interiores de la cripta medieval mateana, la terraza elevada sobre la plaza del Obradoiro y algunos accesos interiores.

Pese a que el gran reto compositivo de Casas Novoa se centra en la cascada de arquitectura barroca que resuelve toda la problemática simbólica, constructiva, estructural y funcional que dejaron sus predecesores, su trabajo es más extenso. Levantó el cuerpo superior de la Torre de la Carraca hasta hacerla prácticamente simétrica a la de las Campanas modificada bajo traza de Peña de Toro y construye el castillete norte tal y como lo podemos ver en la actualidad como repetición del estribo sur renacentista de Ginés Martínez y González de Araújo.

Fernando Chueca Goitia define la fachada del Obradoiro de Fernando de Casas Novoa como “sencillamente genial, una obra en la que el arquitecto logró hacer de la necesidad virtud”. Y efectivamente es así: una situación la del siglo XVIII en la que el nuevo coro que sustituyó al románico del maestro Mateo, las capillas que fueron adosándose por el exterior de las naves, la ruina parcial de la antigua fachada occidental y el cegado de algunos de sus vanos, la ruina y pérdida de su rosetón, el levantamiento de un nuevo claustro mucho más alto que el medieval, etc., todos ellos fueron elementos y actuaciones que contribuyeron a oscurecer el templo.

Por tanto, el reto era triple: por una parte, modernizar el viejo y «anticuado» estilo medieval de la fachada de una catedral cada vez más importante e influyente, otorgándole un aspecto moderno y grandioso. Por otro lado, había que recuperar la luz para el interior de las naves y conseguir que atravesara la anchura del nártex y llegase a toda costa a la zona bajo la influencia del linternón del crucero sin problema. Por último, la nueva fachada no podría perder esa capacidad escénica exterior que tenía su predecesora medieval de cara a la importancia articuladora y urbana de la Plaza del Hospital.

Hemos superpuesto dos de las secciones más significativas y reconocibles de la catedral compostelana por el eje central de su nave. La inferior -dibujada por John Connant– representa el templo tardorrománico en torno al siglo XV, con la escalinata monumental dibujada a puntos y dejando entrever el tamaño de la antigua escalera de acceso a ambos lados de la entrada a la cripta medieval. Aparece uno de los cimborrios medievales, aunque no podemos determinar si es el románico medieval o el reconstruido posteriormente.

La sección superior, sin embargo, corresponde a la del estado de la Catedral en la actualidad. Está tomada del Proyecto de Restauración del cimborrio de la Catedral de Santiago de Compostela que la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento hizo público y descargable en su página web con motivo de la licitación. En dicha sección se puede observar toda la parte central terminada por delante de la Torre de las Campanas, los grandes huecos del espejo barroco, los castilletes adelantándose por delante del plano escultórico y una perfecta articulación con el nártex y la parte superior de la tribuna.

1946-1960: En estos años se lleva a cabo la gran campaña de excavaciones arqueológicas bajo la nave de la Catedral -dirigidas por Manuel Chamoso Lamas y apoyadas por una serie de trabajos de restauración arquitectónica y consolidación estructural a cargo de Francisco Pons Sorolla. Estas excavaciones alcanzaron en la zona de los pies de la catedral el trasdós de los muros del fondo de la cripta medieval donde también se intervendrá de manera puntual. Sobre toda la excavación se construyó un forjado de jácenas de hormigón armado sobre pilares y pilastras de hormigón y fábrica, un forjado de viguetas pretensadas y un nuevo pavimento de granito y mármol.

1961-1971: Se suceden diferentes propuestas de restauración de zonas del Pórtico de la Gloria y el entorno de los pies de la Catedral -entre ellas una propuesta de Manuel Chamoso Lamas para restaurar las piezas y esculturas románicas de la fachada del Obradoiro- y se llevan a cabo grandes obras de consolidación estructural como las de la bóveda de cañón de la nave central, las bóvedas del claustro o la reposición y recuperación de las cubiertas pétreas originales del templo.

1978: Tras una serie de intervenciones en los espacios en torno al Pórtico de la Gloria, como fueron las consolidaciones de las bóvedas que cubren la tribuna, se ejecutan una obra de limpieza, saneado e impermeabilización completa de la cripta bajo proyecto y dirección también de Pons Sorolla. Todo el enlosado del acceso exterior de la terraza fue repuesto mediante una combinación de hormigón e impermeabilización moderna.

1981-1984: Una de las actuaciones más importantes que se llevaron a cabo en esta etapa fue la de la restauración de parte de las cubiertas de la Catedral. Ésta fue complementada con una limpieza general de fachadas y cubiertas, así como con la sustitución de las carpinterías de madera del espejo de la fachada del Obradoiro por unas nuevas de bronce que son las que hoy se pueden ver en los grandes vanos de la fachada.

1998: A finales del siglo XX se llevó a cabo una nueva intervención de restauración y limpieza de la fachada del Obradoiro y de otros elementos de la fachada occidental. Las carpinterías de bronce de principios de los años ochenta se repararon, aunque una gran parte de las mismas tuvieron que ser sustituidas.

Todas las imágenes contenidas en el artículo titulado ‘La Fachada del Obradoiro de la Catedral de Santiago de Compostela’ y las fotos actuales del artículo con el mismo nombre son contenido original. De las fotografías antiguas se ha citado la fuente en la medida de lo posible. Aquellas fueron publicadas por primera vez en sobredos.com y se encuentran bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

Proyectos, obras y restauraciones recientes en la Catedral

Acabamos de dar unas pinceladas de los que, a nuestro juicio, han sido los momentos clave de la construcción, restauración y conservación de la fachada occidental de la Catedral de Santiago: las diferentes transformaciones de etapa medieval, el estado de la misma en el momento de la aparición de Fernando de Casas Novoa o las intervenciones más relevantes del siglo XX.

Sin embargo, nos gustaría ofrecer también una visión de conjunto de los diferentes trabajos que en la actualidad se desarrollan en la Catedral de Santiago en relación con esta restauración de su fachada oeste. Pese a que no es difícil encontrar textos, publicaciones o artículos variados de tal o cual trabajo concreto aún no hemos dado con ninguno que, con acierto, los relaciones en una única labor de conjunto.

Los trabajos de la fachada occidental se han repartido en tres fases más o menos diferenciadas: dos para las torres en sus cuerpos altos y bajos, una para la fachada y una muy específica para el Pórtico de la Gloria.

Primera fase de restauración de las torres

Se trata de la obra que inició de alguna manera esta importante etapa de intervenciones de restauración en la zona de los pies de la Catedral a causa de las incontrolables filtraciones de agua de lluvia que existían prácticamente en todos los niveles de las torres; desde las terrazas superiores y balconadas hasta los basamentos medievales. La humedad descendía prácticamente hasta el nivel de las naves y estaba afectando peligrosamente a la zona del nártex y el Pórtico de la Gloria, deteriorando a su paso hacia el interior juntas, paramentos y pinturas de enorme valor histórico.

A la restauración de cúpulas, pináculos, bolas y otros elementos de remate se añade el saneado y consolidación de absolutamente todas las fábricas de sillería exteriores y también zonas algo más recónditas, aunque igualmente expuestas al agua: terrazas, escaleras, balconadas y algunas estancias interiores.

Es de destacar que en esta importantísima obra -que aún no ha finalizado, aunque está a punto de hacerlo- se incluyeron las restauraciones de elementos muy importantes como la ventilación de la cripta medieval hacia la terraza, los muros y bóvedas de la tribuna sobre el Pórtico de la Gloria y todos elementos en torno a éste como el estánfix, las bóvedas del cuerpo bajo o los pavimentos.

Restauración del Pórtico de la Gloria

Por lo que sabemos se trata del mayor proyecto conjunto de restauración del pórtico mateano de los últimos tiempos ya que no sólo lo abarca por completo, sino que se rodea de otras intervenciones de restauración y consolidación arquitectónica que lo complementan. Esta ambiciosa intervención está financiada por la Fundación Barrié, promovida por la Fundación Catedral de Santiago y coordinada por la Xunta de Galicia y el IPCE Instituto de Patrimonio Cultural Español.

Comenzaron cuando la anterior obra de intervención en las torres dejó consolidados los espacios en torno al pórtico interior. En la actualidad -casi tres años después- continúan los andamios y plataformas de trabajo del equipo de restauración en el nártex y parte del extremo de las naves. Las fotografías han sido tomadas de la página web de radiObradoiro.

Restauración del cimborrio

Se trata de la excepción al conjunto de intervenciones promovidas por la Fundación, ya que su promotor es la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento. Comenzó en la primavera de 2016 y tiene una duración estimada de quince meses. Hace aproximadamente un año escribimos un texto acerca del proyecto y la obra de restauración del cimborrio de la Catedral de Santiago de Compostela, de su linterna, cupulino y cúpula barrocos, así como de la bóveda y el linternón medieval que se alzan sobre el crucero de la misma.

Segunda fase de restauración de las torres

Aunque los andamios han cubierto desde el comienzo casi por completo ambas torres (y parte también de la zona central) la primera fase solamente ha abarcado los niveles de época barroca; precisamente los reconstruidos por Peña de Toro, Andrade y Casas Novoa de los que hemos hablado unas líneas más arriba.

Esta nueva etapa se centra sobre todo en la restauración de los basamentos románicos y algunas operaciones puntuales muy delicadas en las conexiones de las escaleras con la nave, la cripta y el zócalo de la fachada. Las obras han comenzado a finales del verano de 2016 y durarán aproximadamente diez meses.

Restauración de la fachada del Obradoiro

La obra que es el objetivo de este artículo y que se reparte en tres zonas muy diferentes, aunque estrechamente relacionadas. La primera y más importante es la parte central de la fachada: la “peineta”, su templete y hornacina, la decoración barroca y la sustitución de las carpinterías del espejo. Una obra de limpieza, saneado y consolidación de toda la fábrica y el ornamento con las mismas técnicas de restauración y la misma calidad que se ha empleado en las torres y en la tribuna.

La segunda zona tiene por objeto la restauración de las fábricas interiores de toda la cripta medieval. Todos los muros, suelos y bóvedas de una parte de la catedral que se remonta a mediados del siglo XII y cuya autoría, traza y construcción va unida al propio Pórtico de la Gloria. Como se puede ver en las secciones anteriores, sus columnas y estribos descansan directamente sobre las pilastras centrales de esta cripta. La tercera y última parte de la obra es la reparación, impermeabilización y recuperación de los niveles originales de la terraza exterior que da a la Plaza del Obradoiro y que cubre el primer tramo de la cripta.

En la prensa se habla de que esta restauración de la fachada, cripta y terraza del Obradoiro será la última etapa de trabajos en la zona occidental de la Catedral. Nosotros creemos que esto no será así. En las siguientes líneas -y como cierre de este extenso texto- hablaremos por encima de las que pensamos que podrían ser las actuaciones de restauración que seguirán a esta a partir de 2017.

¿Cuándo acaban las obras de la Catedral de Santiago?

Después de todo lo dicho aquí hasta el momento, era casi una obligación responder a esta pregunta. La finalización de las obras en la Catedral de Santiago de Compostela se estima para antes del comienzo del año 2021, es decir, el siguiente Año Santo Compostelano desde la actualidad.

Con fecha 23 de septiembre de 2015 se firmó un convenio entre la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia, el Cabildo del Conjunto Catedralicio y la Fundación Catedral de Santiago en el que se aprobaba una subvención de 16.612.013 euros para continuar con los trabajos de restauración y conservación establecidos en el Plan Director. Y eso es precisamente lo que va a suceder: la utilización íntegra de dichos fondos entre 2017 y 2020 sin contar con lo ya utilizado en las obras antes señaladas.

La adjudicación de las obras de restauración de la fachada, cripta y terraza del Obradoiro se acaba de hacer pública pero actualmente siguen en fase de licitación una serie de proyectos que darán lugar a seis obras de restauración de gran relevancia en los próximos meses:

1. Restauración de las cubiertas del templo: nave principal y crucero.
2. Restauración de la capilla del Cristo de Burgos y fachada al patio de Xelmírez.
3. Reforma de las cubiertas del ala norte del claustro.
4. Restauraciones en las fachadas sur y oriental del claustro y del esconce, de la torre do Tesouro y reforma de la cubierta del ala oriental del claustro.
5. Restauración de paramentos de las naves y sus bóvedas.
6. Restauración de la torre da Vela.

Pero, además de estas seis actuaciones oficialmente ya en marcha creemos que aún quedan algunas obras de restauración importantes como son:

7. Restauración y consolidación de la fachada de la Plaza de la Quintana.
8. Restauración de las torres y cubiertas del Palacio Gelmírez.
9. Restauración de la Torre del Reloj.
10. Restauración de la tribuna y el triforio de la Catedral.
11. Restauración de la escalera monumental de la Plaza del Obradoiro.

Queremos señalar que no disponemos de datos fiables ni oficiales para asegurar el rigor de esta información, extraída de diversos artículos de la prensa local y nacional, nuestra experiencia y la información de los estudios que llevamos realizados. De cualquier forma se presentan por delante cuatro años -de 2017 a 2020- de gran actividad para la Catedral de Santiago de Compostela con un objetivo: su restauración integral para el próximo Año Santo Jacobeo de 2021.

El Pórtico de la Gloria ya restaurado

Las obras de restauración del Pórtico de la Gloria que comenzaron en 2009 con las primeras investigaciones y se reanudaron en 2015 tras la consolidación y recuperación del entorno del nártex, por fin han concluido. Este próximo lunes día 2 de julio de 2018 se inaugurarán los trabajos realizados conjuntamente -como ya hemos indicado- del IPCE Instituto de Patrimonio Cultural Español y la Fundación Pedro Barrié de la Maza.

A una primera fase de estudios previos le siguieron las investigaciones históricas, documentales y planimétricas y un exhaustivo análisis estructural y constructivo del Pórtico y su relación con el resto de la Catedral. Fue elaborado un análisis de parámetros medioambientales -entre los que destaca el de la humedad-, un estudio de materiales y caracterización y un ensayo de diferentes tratamientos preliminares que dieron lugar a un Plan de Conservación Preventiva específico del monumento y que pudieron abrir la puerta a las diferentes actuaciones que se han llevado a cabo en esta fase final que ha durado alrededor de 3 años.

Aunque se realizarán numerosos actos inaugurales y conmemorativos, por el momento, la Fundación Catedral de Santiago no permitirá el acceso a visitantes al Pórtico de la Gloria, al menos hasta el día de Santiago, el 25 de julio de 2018. Sin embargo, la finalización de las obras de restauración de la Fachada del Obradoiro, la retirada de todos los andamios y la liberación de la terraza de acceso significan unas posibilidades de acceso y gestión de las visitas como no ha vista la Catedral desde hace más de una década de trabajos ininterrumpidos.